La cultura es eso que estudiarían unos extraterrestres si quisieran saber algo de nosotros. ¡Imagina si es importante!
Ello comporta una mayor dificultad para acceder al paro, a la jubilación, a la maternidad, porque la normativa no tiene en cuenta estas diferencias, lo que hace muy complicado cumplir con los requisitos de acceso a las medidas de protección social.
Así se explica la necesidad de adaptar la normativa general para que los artistas creadores o intérpretes puedan acceder a las mismas prestaciones, para que todas las necesidades y demandas del sector artístico queden reflejadas en un nuevo marco jurídico en el que se apoye a los artistas, tanto creadores como intérpretes, mediante medidas que tengan en consideración la naturaleza atípica del trabajador de la cultura, reconociendo la especificidad, la intermitencia, la inseguridad, la imprevisibilidad de su trabajo, así́ como la irregularidad de sus ingresos.
La pandemia dejó clara no sólo la precariedad del sector cultural sino su difícil encaje en una legislación laboral y fiscal, que no tenía en cuenta las particularidades de un trabajo que combina épocas de mucha actividad y meses sin ella.
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